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La astrología en Mesopotamia: la cuna del conocimiento celeste

Foto del escritor: Academia ADEAHAcademia ADEAH

La astrología, una disciplina que conecta los eventos terrestres con los movimientos celestes, tiene sus raíces en las antiguas civilizaciones de Mesopotamia. En esta región, conocida como la "cuna de la civilización", los cielos eran mucho más que un paisaje nocturno: eran un lienzo donde los dioses escribían sus mensajes. Desde hace más de 4.000 años, los habitantes de Mesopotamia desarrollaron un sistema de observación astronómica que dio lugar a los primeros fundamentos de la astrología tal como la conocemos hoy.



La importancia de los astros en la cultura mesopotámica

En Mesopotamia, las estrellas y planetas no eran solo cuerpos celestes, sino manifestaciones físicas de las deidades. Los sumerios, acadios, asirios y babilonios creían que los movimientos celestes influían directamente en los eventos terrenales, desde las cosechas hasta las guerras. Los astros se organizaban en patrones y ciclos que los sacerdotes-astrónomos interpretaron como señales divinas.



Los templos mesopotámicos, como los imponentes zigurats, no solo servían como centros religiosos, sino también como observatorios astronómicos. Desde sus terrazas, los sacerdotes estudiaban los cielos para descifrar los designios de los dioses. Esta dualidad entre ciencia y religión fue un rasgo distintivo de la astrología mesopotámica.

Las primeras tablillas astrológicas

Los registros más antiguos de observaciones celestes provienen de tablillas de arcilla escritas en cuneiforme. Estas tablillas, muchas de las cuales datan del segundo milenio a.C., contienen catálogos de estrellas, eclipses lunares y solares, y movimientos planetarios. Una de las colecciones más importantes es la Serie Mul.Apin, que describe constelaciones y sus relaciones con eventos terrestres.


Tablilla del MUL.APIN
Tablilla del MUL.APIN

Las tablillas también incluyen observaciones sistemáticas de eventos astronómicos que se repetían cíclicamente, como las fases de Venus. Este nivel de precisión revela una comprensión avanzada de los ciclos astronómicos.


Los fundamentos de la astrología mesopotámica

La astrología mesopotámica se basaba en tres principios clave:

  1. La correspondencia entre el cielo y la tierra: Los mesopotámicos creían que cada fenómeno celeste tenía un correlato terrestre. Por ejemplo, un eclipse podía presagiar la muerte de un rey o una catástrofe natural.

  2. La interpretación simbólica de los planetas: Cada planeta estaba asociado a una deidad y a ciertos aspectos de la vida humana. Por ejemplo, Marte, asociado al dios Nergal, representaba la guerra y la destrucción; mientras que Venus, ligado a Ishtar, simbolizaba el amor y la fertilidad.

  3. El uso de ciclos y patrones: Los mesopotámicos identificaron ciclos astronómicos que influían en eventos repetitivos. Este enfoque cíclico fue esencial para predecir eventos futuros.

Astrología de presagios: la "Biblia astral" de Babilonia


Tablilla cuneiforme de arcilla que describe un eclipse lunar de 194 a. C. encontrado en Uruk.
Tablilla cuneiforme de arcilla que describe un eclipse lunar de 194 a. C. encontrado en Uruk.

El texto astrológico más influyente de Mesopotamia es la Enūma Anu Enlil, una colección de 70 tablillas que contiene miles de presagios basados en observaciones astronómicas. Estos textos vinculaban eventos celestes con sucesos humanos:

  • "Si Venus desaparece en el oeste y reaparece en el este, habrá prosperidad en la tierra."

  • "Si la luna se eclipsa y las estrellas son visibles, el rey enfrentará un gran peligro."

Estas predicciones no solo influían en la política y la religión, sino también en la vida cotidiana, orientando decisiones sobre cosechas, matrimonios y guerras.

Los planetas y sus deidades



Cada uno de los planetas visibles a simple vista estaba asociado a una deidad principal y sus atributos:

  • Venus (Ishtar): Representaba el amor, la guerra y la fertilidad. Sus ciclos eran cuidadosamente estudiados para prever buenos o malos augurios.

  • Marte (Nergal): Simbolizaba la destrucción y la guerra. Su aparición solía estar vinculada a conflictos armados.

  • Júpiter (Marduk): Asociado al rey de los dioses, era un símbolo de autoridad y protección.

  • Saturno (Ninurta): Relacionado con la agricultura y la disciplina, pero también con pruebas y dificultades.

  • Mercurio (Nabu): Dios de la escritura y la sabiduría, ligado a la comunicación y los acuerdos.

Impacto en la política y la religión

Los reyes mesopotámicos confiaban en los astrónomos para tomar decisiones importantes. Antes de una campaña militar o una gran construcción, se consultaban los cielos para asegurar el favor divino. Los sacerdotes eran considerados intermediarios entre los dioses y los mortales, y su capacidad para interpretar los cielos reforzaba su poder político y espiritual.

Legado de la astrología mesopotámica

La astrología mesopotámica sentó las bases para sistemas posteriores, como la astrología griega y, eventualmente, la occidental. Conceptos como los signos zodiacales tienen sus raíces en Mesopotamia. Los babilonios dividieron el cielo en 12 sectores, lo que derivó en el zodiaco que conocemos hoy.

Además, su enfoque metodológico, basado en observaciones precisas y registros sistemáticos, marcó el inicio de la astronomía como ciencia.



Zigurat
Zigurat


La astrología mesopotámica fue mucho más que superstición: fue un intento sofisticado de entender el universo y su influencia en la vida humana. Este legado, nacido bajo los cielos estrellados de Mesopotamia, sigue vigente en la fascinación que sentimos por las estrellas y en el impacto que los astros tienen en nuestras vidas hoy.

 
 
 

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